Carlos Tévez es el jugador más querido por el pueblo argentino. Sus goles son los más gritados por el público, y cada vez que entra o sale de la cancha se corea su nombre. Carlitos (como se lo conoce) supo ganarse el amor de todo un país, por su humildad, su habilidad y principalmente por la lucha que tuvo que realizar desde chico para llegar al lugar donde se encuentra en la actualidad, un lugar de privilegio.
Si hay algo de lo que no se olvida Tévez es de sus raices, en cada entrevista que brinda, habla de lo agradecido que está con la vida, por la oportunidad que le dio de poder salir de Fuerte Apache, el lugar donde se crió. Cuando recuerda a su barrio lo hace con orgullo, pero también cuenta que de chico escuchaba tiros en la vereda de su casa y que cuando oscurecía no podía salir a la calle por lo peligroso que era.
Actualmente vive en Inglaterra y se muestra contento de poder criar a sus dos hijas en Europa, que puedan estudiar inglés y que tengan todas las oportunidades que no tuvo él cuando era chico.
El pueblo lo ama por su gran corazón, y Tévez se encarga de complacerlos con pequeños detalles, como cuando estuvo en el programa de Susana Giménez jugando al truco. Antes de empezar el partido, Carlitos le apostó a la conductora 10 computadoras para donar a la escuela donde él estudió de chico. En caso de perder, la plata saldría de su bolsillo. Susana aceptó (luego de consultarlo con la producción) y Carlitos ganó el juego. Como había prometido donó las 10 computadoras a una escuela muy pobre, su ex escuela.
"El apache" es un jugador querido por todos, tanto por el público como por sus compañeros. Un gol durante Alemania 2006 resume perfectamente lo que es Carlitos: El partido frente a Serbia y Montenegro ya terminaba, iban 38 minutos del segundo tiempo y Argentina ganaba 4 a 0. Con el partido liquidado, entró con el número 11 y su nombre en la camiseta Carlos Tevez. Unos minutos después recibió una pelota en la parte derecha del campo contrario y con toda la cancha de frente a su perfil, comenzó la jugada. Con un caño glorioso, superó la brusca barrida del defensor europeo. La pelota se le fue un poco larga pero logró trabar (con todo el potrero encima) con el central y superarlo. De frente al arquero, se perfiló con tranquilidad y definió suave y ajustado al lado del palo más lejano. En el festejo corrió hacia un lateral y aceleró el paso cuando vio a sus compañeros saltando del banco de suplentes para ir a abrazarse con él. El partido estaba liquidado y no existía el por qué de tanta euforia. Solo se explica la alegría de todos porque el autor del gol fue él, Carlitos Tevez.
En un campeonato mundial es capaz de tirar un caño soberbio, trabar con la guapeza de todo el barrio a sus espaldas, definir con la calidad de un especialista y luego de todo eso, correr a recibir con una sonrisa cómplice e infantil, el afecto de sus compañeros. Todo eso es Carlos Tevez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario